Llegamos a la parte central del curso, donde aparece uno de los momentos más importantes del año. Vinimos en septiembre con unas ganas terribles por conocer y empezar con algo que nos inquietaba, nos adentramos con el primer y segundo trimestre, donde ya adquirimos ciertos conocimientos… y llega uno de los momentos más esperados.

¡Las prácticas! Y a pesar de que en Impulsa, el elemento práctico está siempre presente dado que creemos que el saber hacer es la parte primordial del conocimiento… este año hemos comenzado con el programa dual de formación profesional, donde el alumnado se sumerge en la empresa desde el primer curso.

Si bien es cierto que en primero hay muchos contenidos que no han podido abordarse de forma profunda, comenzar a desarrollarse en lo que sí se ha dado y ver la realidad del mundo laboral de primera mano y no como acto de fe… le da un plus al estudiante.

Ese plus cobra presencia en el último tramo del curso, la tercera evaluación, donde la madurez del alumnado habrá llegado a otro nivel por la experiencia real que han vivido. Estamos seguros de que va a ser una etapa que vivirán muy despiertos, ya que deben ser “esponjas” para poder aprender todo lo que puedan, y reflexionar sobre lo vivido.

Esta reflexión nos hará volar en la parte final, ya que al ser más conscientes de sus puntos a mejorar, podrán tener más foco a la hora de aprender y desarrollarse. Y ese es uno de nuestros grandes objetivos, crecer tanto profesional como personalmente.

Nos vemos a la vuelta 🙂

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